María Aura

Maria Aura es una actriz mexicana de televisión nacida en la Ciudad de México el 25 de septiembre de 1982. Hija de Alejandro Aura y Carmen Boullosa. 

Desde los tres años inició a trabajar en el teatro con su padre (fue la Virgen y otros personajes en la pastorela El contrario Luzbel en diversos foros, el Soldado en el montaje de La historia del soldado de Stravinsky, en el Teatro Ideal en 1991.

En 2000, participó con Jesusa y Liliana en el cabaret El Hábito, en Los hijos de Freud, de Carmen Boullosa. 

Estudia en el Stella Adler Studio of Acting de Nueva York (2001 y 2003). Participa en los talleres "Dramaturgia Actoral" (2002) y "La teatralidad de Kafka" (2003), en San Miniato, Italia, con José Sanchis Sinisterra, en el Taller sobre “Party Time” de Harold Pinter (2004), en Elba, Italia con Peter Clough, y en el taller “Actuación para cine” (2007) de Ignacio Ortiz, en México D.F. 

Su primera incursión en el cine fue en Y tu mamá también (2001) de Alfonso Cuarón. Otras películas en las que ha participado son Niñas Mal (2006) y Amar (2009). Con Conozca la cabeza de Juan Pérez (2008) alcanza gran notoriedad en diversos festivales. 

También ha filmado varios cortometrajes y recientemente ha participado en una de las producciones más exitosas del reciente cine mexicano, Arráncame la vida (2008) y Las paredes hablan, dirección de Antonio Zavala, con Kuno Becker, Héctor Bonilla, Mario Zaragoza, Miguel Rodarte. 

 Participó en el montaje de Francisco Franco de Todos eran mis hijos, de Arthur Miller, en el Teatro Helénico (2010). También participó en la serie Los Héroes del Norte interpretando a Margaret. 

  

La bella María se remonta a su infancia y sus comienzos en cine y teatro con sus propias palabras...

"Yo siempre he dicho que, en la repartición de características de personalidad, a mí no me tocó el pudor. Lo atribuyo a haber crecido en una familia de artistas muy liberales y, sobre todo, al teatro. Siempre que se podía, acompañaba a mi papá a sus funciones. Y para quienes piensen lo contrario, el teatro no es tan glamuroso como para que cada actor tenga un camerino individual donde cambiarse tranquila y discretamente, no. Ahí, todo el mundo se tiene que encuerar frente a todo el mundo y, al que le dé pena, pues pobre, porque no hay dónde esconderse.

Desde que empecé a trabajar me importó poco si compartía camerino con una mujer o con un hombre; de hecho, muchas veces he preferido con un hombre, porque las mujeres podemos ser más competitivas. Y se está más a gusto con ustedes, caballeros. (En especial ahora que ya son unos maestros en el trato a las damas.)

Pero vayamos al comienzo de mi historia y, para muestra, verán que basta un botón: cuando era chiquita, mis papás me organizaron una fiesta de cumpleaños muy particular. En nuestra casa había una tina gigante, o yo la recuerdo descomunal. Y a mi mamá se le ocurrió que era un plan padrísimo meternos a toda la fiesta a la tina, bichicoris, como dicen en el norte. Éramos siete niñas y Sebastián Hiriart, sin ropa, y todos tan tranquilos. ¿Y el pudor? Ay, mamá, no imaginabas en qué iba a acabar tu educación progresista...

Inicié mi carrera en cine con la película Y tu mamá también, donde hice un desnudo bastante atrevido. Lo menos difícil fue el desnudo; lo realmente complicado era la coreografía que había que hacer para cuidarnos a Gael García Bernal y a mí de que no nos viéramos grotescos frente a la cámara haciendo tales piruetas. Ni tiempo hubo de preocuparse por el pudor."

Ha escrito columnas para la revista Esquire, la cual es llamada "Hombres con Aura". Que por lo que leí, han sido muy bien aceptadas por el publico.