La
hipertricosis es una extraña enfermedad genética y hereditaria que origina un
crecimiento desmesurado del pelo en todo el cuerpo. Hoy en día, pese a que se
dan muy pocos casos de esta enfermedad, los afectados pueden vivir con relativa
normalidad. Pero es de imaginar que hasta hace bien poco estos “hombres lobo”
eran considerados como auténticos freaks, siendo repudiados por la sociedad y
exhibidos en ferias y circos ambulantes.
Existen casos
documentados de esta enfermedad desde el siglo XVI. A modo de ejemplo, en 1556
nació un niño en Tenerife con la enfermedad llamado Petrus González que fue
regalado al rey de Francia, Enrique II, como si fuese un objeto curioso.
El caso que
traemos hoy es el de Stephan Bibrowsky, conocido también como Lionel o el “hombre
con cara de león”. Bibrowsky nació en 1890 en Polonia de padres normales.
Cuando contaba con cuatro años fue descubierto por un negociante alemán que
previo pago a los padres lo mostró por media Europa para asombro de los
parroquianos, que pagaban buenas sumas de dinero por ver al portentoso Lionel.
De Europa dio
el salto a Estados Unidos, donde trabajó para el circo de freaks de Barnum
& Bailey, del que ya hemos hablado en alguna ocasión en el blog. Lionel se
ganó de este modo la vida hasta 1932, cuando murió en Italia.
Pese a que
parezca algo cruel, Bibrowsky tuvo mejor suerte que muchos otros de su misma
condición. Bribrowsky se mostraba al público vestido de forma exquisita y como
una persona culta e inteligente, no sin motivo hablaba cinco idiomas y la
lectura y escritura eran sus más grandes aficiones. También sabía idiomas Fedor
Jeftichew, otro hombre con la misma enfermedad, pero al que le tocó
mostrarse al público gruñendo como un animal mientras un cazador lo mostraba
como trofeo…
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