La
prodigiosa tecnología del Tercer Reich
El Tercer Reich fue para Alemania una época de progreso en todos los
campos: Alemania poseía los autos más rápidos, los aviones más veloces y de
mayor autonomía de vuelo,
la primera televisión (durante los Juegos Olímpicos de 1936), las mejores
películas de entretenimiento, la industria farmacéutica más pionera, etc.
Pronto volaron los primeros aviones a reacción (Me-262) y los primeros
misiles de largo alcance (V2). Todo esto es conocido.
Mucho menos conocida es
otra tecnología que, por razones obvias, los alemanes del Reich mantuvieron
en secreto y sobre la que los aliados, una vez tuvieron noticia de ella,
mantuvieron el más absoluto silencio. Basándose en la filosofía ocultista
del Tercer Reich (sociedades Thule y Vril), científicos hitlerianos habrían
conseguido avances cientícos (especialmente aeronáuticos y astronáuticos)
de una magnitud inimaginable.
El conocimiento de
misteriosos aviones circulares alemanes propulsados por motores
anti-gravitacionales con el nombre en clave de “Vril” y “Haunebu”, que
supuestamente fueron desarrollados no basándose en la técnica convencional,
sino en una nueva técnica surgida de la filosofía ocultista NS, ha sido
siempre negado por las fuerzas
aliadas. Muchos podrán pensar que es imposible que los alemanes en tan
corto espacio de tiempo desarrollaran tan fabulosa técnica, pero olvidan
que no se basaron en los principios científicos clásicos, si no, como ya
hemos apuntado, en la filosofía ocultista de las sociedades germánicas como
Thule y Vril. Así por ejemplo, el científico alemán Viktor Schauberger era
un convencido defensor de la "implosión en lugar de explosión".
Rechazaba el motor de explosión, pues éste se basa en la destrucción
(explosión), pero la Creación divina es siempre constructiva. Por lo tanto,
una técnica basada en la destrucción es contraria a las leyes de Dios y
puede denominarse como técnica satánica. En su lugar, proponía los motores
de implosión. Éste es tan sólo un ejemplo de la filosofía de estos
científicos. Gracias a la forma de pensar del Tercer Reich, los alemanes
avanzaron en técnica en pocos años lo que los aliados no avanzarían en cien. |
Proyecto Haunebu
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Proyecto Vril
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El "Andromeda-Gerät"
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El
"Andromeda-Gerät" o "aparato Andrómeda" era una nave
nodriza. Desconocemos si llegó a construirse antes de terminar la Segunda
Guerra Mundial, pero de no ser así se construyó en Neuschwabenland tras la
guerra con los planos y diseños previos.
Tenía forma de cigarro, y
esto coincide con la descripción de muchos pilotos de vuelo que dicen haber
visto OVNIs con esa forma y de unos 130 metros de longitud.
Reproducimos a continuación una
noticia que apareció en el periódico argentino "La Razón" de
Buenos Aires hacia 1977/78.
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Los
Foo-fighters o Kugelblitze
Los aliados los llamaban
Foo-fighters y sus creadores alemanes "Kugelblitze"
("rayos-bola") o "Feuerbälle" ("pelotas de
fuego"). A partir de 1944, los pilotos aliados que sobrevolaban
Alemania para bombardearla empezaron a reportar informes sobre extrañas
bolas brillantes casi transparentes que se situaban junto a ellos y les
acompañaban durante kilómetros. Según estos informes, no podían
derribarlas, aunque las disparasen, y toda maniobra para despistarlas era
inútil. Mucho se ha especulado sobre la función de este arma antiaérea,
pero al parecer interfería los sistemas eléctricos y los radares de los
bombarderos aliados. En ocasiones, su presencia era tan molesta a los
pilotos o les causaban tantos trastornos, que un bombardeo previsto tenía
que ser suspendido y la escuadrilla de bombarderos regresaba a su base.
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El 13 de Diciembre de
1944 el South Wales Argus publicaba un sorprendente artículo en el que se
decía: «Los alemanes han fabricado un arma secreta coincidiendo con la
estación navideña. El nuevo ingenio, que al parecer es un arma defensiva
aérea, se parece a las bolas de cristal que adornan los árboles
navideños. Se las ha visto suspendidas en el aire por territorio alemán,
a veces solas, y otras en grupo; son de color plateado y parecen
transparentes». Poco después, el 2 de Enero de 1945, era el Herald
Tribune neoyorquino el que se expresaba en los siguientes términos:
«Parece que los nazis han proyectado una novedad en el cielo nocturno de
Alemania. Se trata de los misteriosos y extraños globos foo-fighters que
corren por las alas de los aparatos Beaufighters que sobrevuelan
secretamente Alemania. Hace más de un mes que los pilotos, en sus vuelos
nocturnos, se encuentran con esas armas fantásticas que, al parecer,
nadie conoce. |
Los globos de fuego
aparecen repentinamente, acompañan a los aviones durante kilómetros y,
según revelan los informes oficiales, parecen estar controlados por radio
desde el suelo». Esos "globos de fuego" descritos por la prensa
de la época son conocidos por los ufólogos como foo-fighter. Y, como queda
claro, eran considerados por los pilotos aliados como algún tipo de arma
secreta nazi.
Se identifican los
"foo" con un arma secreta antiradar: «En el otoño de 1944, en
Oberammenrgau, en la Baviera alpina, un centro experimental patrocinado por
la Luftwaffe, en O.B.F, habrá ultimado una serie de investigaciones
relacionadas con aparatos eléctricos capaces de interferir en el
funcionamiento de los motores, hasta un máximo de 30 m. de distancia,
mediante la producción de intensos campos electromagnéticos. Averiando el
circuito de ignición de los motores de un aeroplano se habría provocado
infaliblemente la caída de éste. Para convertir la invención en
prácticamente eficaz, los técnicos alemanes se proponían, empero, triplicar
por lo menos el radio de acción del arma, pero cuando el conflicto
concluyó, los experimentos en tal sentido apenas habían sido esbozados.
Entretanto, como infraproducto de estas investigaciones para su inmediato
empleo bélico, otro centro, regido combinadamente por el Ministerio Sperr y
por el Estado Mayor Técnico de las SS, había adaptado la idea del
"estorbo radiofónico de proximidad" a la interferencia sobre los
mucho más delicados y vulnerables aparatos electrónicos de los cazas
nocturnos americanos.
Así había nacido una
original máquina voladora, redonda y acorazada, más o menos semejante al
caparazón de una gran tortuga. Se movería con un motor especial de
reacción, también aplanado y circular, que recordaba como principio físico
a la famosa eolípila heroniana y generaba un vasto halo de llamas muy
luminoso. Por eso había sido llamada "Feuerball". No llevaba
armas ni pilotos. Teledirigida en el acto de despegar, seguía después
automáticamente a los aparatos enemigos, atraída por sus llamas de escape y
aproximándose a ellos sin chocar, lo cual bastaba para poner en estado
crítico sus aparatos de radar». |
¿Por
qué Alemania, si disponía de esta tecnología, no ganó la guerra?
Una pregunta que se
formulará todo el mundo. Las razones que los autores del hitlerismo
esotérico apuntan son varias:
1.- El desarrollo de esa tecnología
llegó demasiado tarde, más bien entre 1944 y 1945, y no se pudo llegar a
emplear militarmente. Ciertamente disponían de esa tecnología, pero no se
llegó a tiempo a la fabricación masiva.
2.- Los OVNIs de
Hitler ciertamente eran muchísimo más veloces que cualquier avión
existente, pero ésto no bastaba. Se mostraron, al menos en esa fecha, no
aptos como aeronaves caza.
3.- Por alguna
razón, los alemanes del Reich vieron la guerra materialmente perdida y
decidieron replegarse, esperar un momento futuro en que la victoria del
Reich fuese tan segura como contundente. Ese momento, está por llegar. |
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Si efectivamente el
Tercer Reich nunca fue completamente destruido y subsiste actualmente
oculto, no podría hablarse en absoluto de que el Reich perdiera la guerra.
El propio Hitler había declarado: "En esta guerra no habrá vencedores
ni vencidos, tan sólo muertos y supervivientes". La madre patria
Alemania fue ocupada y lo sigue hoy, pero otra Alemania, la verdadera y legítima,
existe fuera del territorio tradicionalmente alemán.
¿Qué
fue de la prodigiosa tecnología hitleriana?
No puede descartarse que
poco antes del fin de la guerra se llegase a fabricar una limitada serie de
platillos Haunebu II. Ésta posibilidad es apoyada por las numerosas fotos
de OVNIs tras 1945, que tienen un asombroso parecido con el modelo Haunebu
II.
¿Consiguieron los aliados
esta prodigiosa tecnología como parte del botín de guerra? En absoluto.
Sería una verdadera contradicción pensar que los alemanes fueran capaces de
desarrollar semejante tecnología para luego dejarla caer en falsas manos.
Los científicos alemanes responsables del desarrollo de esta tecnología y
todos sus creaciones habían desaparecido a tiempo de Alemania para cuando
la guerra "terminó".
Así por ejemplo, el
terreno de la firma Arado en Brandenburgo, supuestamente empleado por la
Vril-Gesellschaft, fue completamente dinamitado y no quedó nada. Los
alemanes dejaron a propósito señuelos para despistar y distraer a los
aliados. Estos señuelos eran flamantes proyectos aeronáuticos del Tercer
Reich, así como científicos como Werner von Braun (gracias al cual los
americanos lograrían realizar el programa Apolo y llegar a la Luna), pero
estaban basados en la técnica convencional (motores de propulsión a
reacción o de hélice, a lo sumo). La técnica antigravitacional fue puesta a
salvo con antelación.
Según algunos autores,
los OVNIs de Hitler fueron escondidos en algún lugar de la Antártida, razón
por la cual se pondría en marcha la Operación Highjump. Aun hoy hay gente
convencida de que los Alemanes aun poseen una base de OVNIs y que los
llevaron allí desmontados en submarinos.
Los avistamientos OVNIs
que en la actualidad se producen se deben a la actividad de los platillos
alemanes, pues los alemanes del Reich están vigilando el planeta. Estos
platillos serían pilotados por pilotos del "último batallón".
Éste "último batallón" intervendrá en el momento preciso durante
la próxima caída de la civilización occidental.
Supuestas
Fotografías de un Modelo Vril en vuelo, se puede observar su caños y las
letras "SS" en la parte baja de la aeronave.
Las
bases lunar y marciana del Reich
Han sido muchos los
autores que sostienen que los alemanes del Reich hace muchos años (unos
sesenta años) que poseen una base en la Luna (si no un auténtico país).
Disponiendo de semejantes astronaves, no es ningún problema para ellos
alcanzar la Luna o Marte. Los OVNIs del Reich no tienen que preocuparse de
llevar miles de toneladas en combustible líquido, ni del costo, como los
programas espaciales de la NASA o la ESA.
Durante la misión Apolo
11 a la Luna, los tripulantes del Apolo 11 mantuvieron una conversación con
el centro de control en Houston, casualmente captada por unos radioaficionados
que escuchaban un "canal reservado", que revela que tuvieron un
encuentro con aeronaves "muy superiores en tamaño y tecnología a las
nuestras". Toda la Luna estaría en manos de los alemanes del Reich,
razón por la cual los norteamericanos no han vuelto a ella: tienen
"Hausverbot", es decir, los alemanes del Reich les han prohibido
poner un pie en la Luna. Es por ello que ahora la NASA dice con cierto tono
de desprecio que "la Luna ya no constituye un objetivo interesante
para la Agencia Espacial".
La NASA declara que se
interesa más por Marte, donde según autores como Jan Udo Holey o Hans
Altmann también los alemanes están establecidos en construcciones
subterráneas desde hace decenios. Los repetidos fracasos de la NASA en
Marte tendrían su explicación en la actuación de los alemanes del Reich. |
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