Leviatán & Behemot
“Esa serpiente sinuosa… el dragón que se encuentra en el mar”. Así
era Leviatán, la bestia más tremenda y espectacular de entre las bestias
de Dios, descrita en el Libro de Isaías.
El quinto día de la Creación, día en que Dios dio forma e infundió
vida a todas las criaturas del mar, creó al poderoso y magnífico dragón
serpiente Leviatán para que sirviera de gobernante de este extenso reino
marino. Las ilimitadas espirales de su inmenso y largo cuerpo se
encontraban revestidas de una cubierta impermeable de escamas montadas
unas sobre otras y trillaba sobre el agua con una fuerza tan explosiva
que las profundidades del océano hervían como una caldera insondable.
Sus más de 300 incandescentes ojos iluminaban los mares lejanos y los
cielos con su brillo radiante. El vapor hirviente salía disparado de
sus llameantes orificios nasales, y brillantes lenguas de fuego bailaban
procedentes de sus enormes fauces.
Ninguna herramienta mortal podía penetrar la armadura reluciente de
sus escamas de Leviatán, ningún ser vivo en la tierra podía oponerse a
su poder, y nada podía prender una chispa de miedo en su firme e
indestructible corazón. Los dragones de interminable longitud eran
devorados como ratones, y las aguas del río Jordán se vaciaban en sus
fauces carnívoras, rebosantes de dientes de aterradora magnitud y
cantidad. Tras su paso por el océano, las olas relumbraban como
lentejuelas de escarcha fosforescente, y todo el mundo se maravilla ante
el asombroso Leviatán.
Representación artística de Leviatán |
Al principio, Dios creó un par de estas fantásticas bestias, pero
cuando quedó latente que su poder colectivo era tan impresionante que el
mundo entero se encontraba amenazado por la posibilidad de que
existiera una raza de este tipo de criaturas, Dios destruyó a una de
ellas. Como medida complementaria, creó al espinoso. Este pez diminuto
fue concebido por Dios para contrarrestar los salvajes excesos del
superviviente Leviatán, al cual le concedió la inmortalidad, en
compensación por la pérdida de su pareja.
Desde entonces, durante las tres últimas horas de cada día, Dios
había estado jugando con Leviatán, divirtiéndose con su gigantesca
creación – y esto había de continuar hasta el Día del Juicio. Sólo
entonces moriría Leviatán asesinado por el Arcángel Gabriel, tras lo
cual su carne se serviría como comida para los justos, a los cuales se
les acogería en una gloriosa tienda fabricada con una porción de su
iridiscente piel escamosa. El resto se esparciría por las paredes de
Jerusalén, desde donde manaría su resplandor para iluminar cada rincón
del mundo.
Representación artística de Leviatán |
A lo largo de los siglos, los eruditos bíblicos han dedicado mucho
tiempo y mucha energía al enigma de la identidad de Leviatán. ¿Es
posible que este símbolo majestuoso del poder de Dios se hubiera basado
en una criatura real? El candidato más popular es el cocodrilo del Nilo,
que si existió en Oriente Medio durante los tiempos bíblicos. Sin
embargo, mientras que Leviatán era una criatura marina, esta especie
está restringida al agua dulce. Y aunque existen ciertos parecidos, el
cocodrilo del Nilo carece de los orificios nasales de humos y las aletas
de Leviatán.
Las ballenas constituyen otra de las posibles identidades de
Leviatán. Pero, aunque varias especies son, de hecho, enormes,
relativamente aerodinámicas en forma y están dotadas de aletas, y a
veces de grandes dientes, así como de orificios nasales que arrojan
chorros cuando exhalan aire (lo cual explicaría los orificios nasales de
humo de Leviatán), no tienen escamas, ni ojos brillantes, y sus cuellos
son cortos.
Más recientemente, un aspirante que ha provocado particular reflexión
ha levantado la cabeza ¿Es posible que Leviatán se hubiera basado en
alguna bestia marina misteriosa, aún por descubrir, actualmente
responsable de varios informes acerca de la serpiente marina?
La descripción bíblica de Leviatán, y muchas ilustraciones basadas en
la misma, recuerdan verdaderamente a varias criaturas alargadas, con
forma de reptil y misteriosas, observadas por testigos oculares fiables
en muchas localidades marinas. Se recuerda en concreto a un supuesto
reptil marino con forma de dragón que hace tiempo que se extinguió,
conocido con el nombre de mosauro. ¿Es posible que una especie de
mosauro no descubierta en nuestro tiempo sea la explicación?
Quizá ha de llegar el día todavía en que la ciencia obtenga un
espécimen completo de uno de los monstruos marinos con forma de reptil
escurridizos para un estudio y clasificación formales.
Representación artística del Behemot |
Otro enigma zoológico de la Biblia, íntimamente relacionado con
Leviatán, es Behemot. Aunque tradicionalmente se considera a Leviatán
único y macho, de acuerdo con el Libro de Enoch en los textos apócrifos,
es hembra, y su homólogo masculino es Behemot, que habita un
inconmensurable desierto llamado Dedain – donde permanecerá hasta el Día
del Juicio, donde finalmente se le dará muerte.
Pero, ¿qué es Behemot? Se dice que medía 11 km de largo, esta
criatura no identificada aparece descrita con gran detalle en el Antiguo
Testamento, en el Libro de Job: “Presta atención a Behemot:
se alimenta de hierba como el buey. Mira qué fuerza en sus riñones,
qué vigor en los músculos de su vientre. Endereza su cola como un
cedro, se entrelazan los nervios de sus muslos. Sus huesos son tubos de
bronce; sus cartílagos, barras de hierro. Es la primera de las obras
de Dios, quien lo hizo rey de sus compañeros. Le pagan tributo las
montañas y todas las fieras que en ellas retozan. Debajo de los lotos
se revuelca, en la espesura de cañas y de juncos. Le cubren los lotos
con su sombra, le rodean los sauces del torrente. Aunque el río anegue,
no se asusta; quieto está aunque un Jordán le llegue al hocico. ¿Quién
podrá apresarlo por los ojos o taladrarle la nariz con una estaca?” Libro de Job (XL,15-24)
Tradicionalmente, Behemot está considerado un hipopótamo o un
cocodrilo. Pero ninguno de ellos encaja con la descripción de manera muy
satisfactoria. Al fin y al cabo, la habilidad de Behemot de mover su
cola “como un cedro” incluye un apéndice largo, poderoso – muy distinto
de la cola pequeña e insignificante del hipopótamo. Y un cocodrilo
vegetariano - que “comía hierba como un buey” – era una bestia extraña
en realidad.
Representación artística del Behemot |
El Profesor Roy Mackal, biólogo americano, ha afirmado rotundamente
que, en su opinión, Behemot podría ser una especie desconocida del
dinosaurio vivo del cuello largo, similar al Diplodocus y al
Apatosaurus.
¿Podría ser la misma criatura un dragón del pasado que un dinosaurio del futuro?
Extracto de: Dragones, una historia ilustrada. Del Dr. Karl Shuker
No hay comentarios:
Publicar un comentario