"Un apaciguador es alguien que alimenta a un cocodrilo con la esperanza de que será el último en ser comido por él."
Winston Churchill
¿Alguna vez te has preguntado que le pasará a la Tierra cuando el Sol muera? Aunque esté pasando muy lentamente, el Sol está quemando el combustible que lo mantiene, liberando continuamente una cantidad inmensa de energía.
Nave NASA STEREO A |
Como todas las estrellas, el Sol se vuelve progresivamente más caliente a medida que envejece. Hace unos pocos miles de millones de años, la radiación solar era un 10% de la actual, y dentro de otros miles de millones de años, arderá de tal manera que nuestros océanos hervirán tal y como pasa cuando la lava entra en contacto con el mar.
National Geographic y Steven Alvarez |
Por supuesto, no destruirá físicamente a la propia Tierra, tan solo la vida sobre ella. A pesar de que los océanos y tierras actuales estarán secos y agrietados, y generalmente (si no completamente) inhóspito para la vida, la Tierra, aunque quemada, seguirá ahí.
Crowt59 |
Y el Sol - cuando finalmente se quede sin combustible dentro de otros 5 a 7 miles de millones de años - continuará su ciclo mortal. Se convertirá en una gigante roja, quemando los elementos más pesados como el helio en carbono, nitrógeno y oxígeno, y se expandirá engullendo Mercurio y Venus, pero quizás no la Tierra.
Brian Smallwood |
Tras eso, una vez el Sol haya agotado el combustible a partir de esos elementos pesados, lo único que podrá hacer es expulsar sus capas exteriores en una nebulosa planetaria, y contraerse en una enana blanca en el centro.
NOAO |
La nebulosa planetaria tiene una corta vida, quizás durando tan solo 100.000 años, ¡pero la enana blanca permanecerá por mucho tiempo! Con una vida estimada de billones de años, cualquier cuerpo planetario que quede -y eso probablemente incluya a la Tierra y definitivamente a Marte - debería orbitar este pequeño cadáver estelar en el centro de nuestro Sistema Solar.
Richard Pogge y el estado de Ohio |
¿Qué será de esta enana blanca que ha quedado? Bien, aún tiene la mayor parte (quizás entre el 50-70%) de la masa original del Sol, pero en términos de tamaño ¡tendrá tan solo el tamaño de la Tierra! La mayor parte de esta enana blanca será carbono, nitrógeno y oxígeno, con una pequeña parte de hidrógeno y helio a su alrededor.
Y - con los restos planetarios orbitando - pensarás que qué importa lo que pase durante esos billones de años. Si nadie se ha comido la Tierra todavía, simplemente seguirá ahí, orbitando, durante toda la eternidad.
HST / NASA / H. Bond / STScI. |
¡Pero el Sol no ha sido el primero en alcanzar este estado! En nuestra propia galaxia, hay unos cientos de miles de millones de enanas blancas, incluyendo muchas encontradas en el cúmulo estelar globular M4 (Arriba).
Pero así como los asteroides y cometas que son arrojados por el Sistema Solar por planetas como Júpiter y Neptuno, debería pasar lo mismo alrededor de esas enanas blancas con los cuerpos sólidos que la orbitan.
Y de vez en cuando, uno de esos cuerpos rocosos - quizás un asteroide, o un pequeño planeta - ¡debería ser lanzado directamente hacia su estrella!
¿Cuales serían las consecuencias de tan bella catástrofe? Los restos del planeta deberían volverse una tormenta de polvo alrededor de na enana blanca, y ¡deberíamos ser capaces de detectar la presencia de elementos pesados!
¿Cómo es eso? La enana blanca está aún muy caliente, con una superficie con una temperatura de varios miles de grados, por lo que emite una radiación de cuerpo negro como hace el Sol. Pero esos elementos atómicos pesados bloquearán la luz en determinadas frecuencias, diciéndonos de qué está compuesto el polvo, y la cantidad existente de cada elemento que contenía el planeta o asteroide. En teoría, incluso un planeta enano o un objeto del tamaño de la Tierra podría ser devorado por una enana blanca.
¡Al menos cuatro enanas blancas conocidas se han comido algo con una composición similar a la de la Tierra en sus propios sistemas solares!
Magnesio, cromo, hierro, níquel, calcio, estaño y silicio, entre muchos otros, se han encontrado rodeando la envoltura de helio de las enanas blancas, en unas cantidades mayores o iguales a la que contiene la Tierra.
Walter Myers |
Los planetas devorados han dejado una firma mostrando que tienen una masa intermedia entre las de Ceres y la Luna, mostrada arriba en comparación con la Tierra. Pero también hay algo más - o quizás de mayor importancia - que el hecho de que la Tierra podría algún día ser devorada por la futura enana blanca de nuestro Sol. Como dijo Ben Zuckerman, uno de los líderes del estudio:
"Esto significa que el material parecido a un planeta rocoso se está formando a distancias similares a la Tierra o en un rango de temperaturas determinado desde estas estrellas"En otras palabras, esta es la primera prueba sólida de que lo que tenemos ahí no son solo planetas extrasolares, sino planetas con la misma composición que la Tierra, orbitando otras estrellas, y desde antes de que se formara nuestro Sistema Solar.
Echa un vistazo al documento completo. Aunque hay algunas reseñas, aunque mejor os dejo con la última frase de las conclusiones del documento:
Está claro que los sistemas planetarios extrasolares producen cuerpos rocosos con composición similar a los planetas terrestres de nuestro propio sistema solar; los planetas (y planetesimales) como la Tierra se forman aparentemente en otras partes de la galaxia.
Por eso mientras el Sol puede llegar a engullirnos en un futuro muy lejano, el hecho de que otros soles muertos estén devorando alguno de sus restos planetarios nos ha permitido encontrar, una vez más, que la Tierra y nuestro Sistema Solar pueden no ser tan especial después de todo.
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