sábado, 26 de noviembre de 2011

Crean luz a partir de la nada…


En el artículo de hoy, quiero mostrarles un caso que, amablemente (y de forma constructiva), uno de ustedes nos ha enviado.
En esta ocasión, ha sido Sagaz32 – vayan gracias por delante – quien me ha puesto al corriente de una  noticia que me era desconocida y que, a continuación, paso a exponerles.

Resulta que ha sido un grupo internacional de físicos, dirigido por Chris Wilson de la Universidad Tecnológica de Chalmers en Gotemburgo, Suecia, el que ha realizado un experimento inusual en el que lograron obtener luz prácticamente de la nada.
Como lo leen.
Los científicos han explicado que obtuvieron fotones de luz manipulando espejos en un espacio vacío absolutamente oscuro.  Tal experimento se ha convertido en una comprobación bastante inusual de la teoría de la mecánica cuántica según la cual, el vacío absoluto no existe (o por lo menos, somos incapaces de generar tal cosa).
Si se crea un vacío ideal, quitando toda la materia y la radiación electromagnética, éste estaría lleno de partículas y antipartículas que van apareciendo constantemente pero que tienen una duración muy limitada en el tiempo – y siempre con respecto de nosotros, los observadores – que prácticamente no puede ser medida. Pero, aún más extraño, es que estas partículas tienen un efecto directo sobre el mundo “real”.
En teoría, se podría comprobar su existencia utilizando el efecto dinámico de Casimir, que supone la generación de pares de fotones a partir del vacío cuántico inducido por un cuerpo en movimiento acelerado.
Para el experimento, se utilizaría – siempre según la teoría – un espejo (y, por favor, no piensen en aquel espejo decimonónico de 50 kg de peso de su abuela), que se mueva a una velocidad cercana a la de luz, de forma y manera que su energía de movimiento se sumaría a la de los fotones “virtuales” hasta convertirlos en reales, luego de lo cual el espejo podría reflejar una irradiación en forma de un haz de luz real.
Dado que actualmente no se pueden mover espejos “reales” a tan alta velocidad, los científicos utilizaron sensores especiales para campos magnéticos (que se comportan como espejos aunque estén alejados de lo que en mente tenemos).
Cuando se hizo vibrar el campo electromagnético, se simuló el movimiento del espejo, momento éste en en el cual, los fotones de luz, como por santigracia, surgían “de la nada”, siendo registrados por los sensores.
Para distinguir los fotones de luz de otros fotones térmicos que surgían a lo largo del experimento, este fue realizado a temperaturas extremadamente bajas.
Los autores del descubrimiento explican que si de comprobarse con otros experimentos que este proceso es posible, el hallazgo podría hacer una revolución en varios sectores, sobre todo en el energético.
Hasta aquí la noticia, que tan interesante es.
En este último año, varios descubrimientos parece que están reduciendo la Teoría de la Relatividad a una circunscripción de ámbito local (la Tierra y como observamos las cosas en, y desde, ella), como en su día sucediera con la Teoría de
Gravitación Universal de Newton.
Dicho esto, tampoco vayan ustedes a creer que la mecánica cuántica es la panacea universal, aunque quizás de eso les hable otro día.

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